Me lo pido!!

Cuando yo era pequeña tenia una Nancy, más tiesa que un ajo. Ni pensar en doblar las rodillas o los brazos. Giraba la cabeza, subia y bajaba los brazos y podias sentarla, siempre tiesa por supuesto. Era mona mi Nancy, pelo castaño, ojitos grandes y marrones con largas pestañas, la podias cambiar de vestidito, siempre que la economía familiar lo permitiese, aunque siempre estaba ahi mi mañosa madre para hacerle un jersey o una faldita. Podias peinarla tambien… y para de contar  porque no daba para mucho más. Más adelante tuve la suerte de tener otra Nancy rubia vestida de azafata (que lujo!) gracias a mi tia que trabajaba en Iberia. Tener 2 muñecas estaba genial. Tambien tenía unas muñequitas pequeñitas que se llamaban din dan que solo giraban la cabecita con las cuales recuerdo gratamente pasarme horas jugando con ellas en el lavabo que se convertia en la piscina municipal por un rato. Mi muñeco Paul (en honor a los beatles) que lloraba si le quitabas el chupete vino mucho después, blandito, bebé y casi de adorno porque yo empezaba a hacer ya pinitos con los niños de carne y hueso ;P y los muñecos dejaban de interesarme….

Con el tiempo llegaron mis hijos, los lego, los clicks de famobil, los cochecitos de metal, los action man, los micromachines, pero tampoco recuerdo tener cantidades ingentes de juguetes ni una excesiva obsesión por alguno de ellos. Ellos se lo pasaban pipa y yo más, pero siempre estuvo el presupuesto familiar muy achuchao y no fueron niños caprichosos ni de marcas, a veces los Reyes Magos venian de la tienda de los chinos!!

Hoy han pasado ya muchos años desde aquellos tiempos de infancia, de la mia y de la de ellos, la vida ha cambiado, las costumbres han cambiado, los niños han cambiado y los padres más. Los juguetes tambien han cambiado, a veces mirandolos en alguna tienda se me escapa un «si yo hubiera pillado esto!!» La tecnología avanza y se hacen autenticas maravillas, no es ese el problema… Se acerca la navidad y el buzón se llena de autenticas enciclopedias del juguete. Juro que eso no son catálogos de publicidad, que son más gordos que algun libro que me he leido alguna vez, con sus pegatinas de «me lo pido» que alguna vez le he pegado a Héctor en la frente XD. Y yo me pregunto ¿como manejan esto los padres de hoy? yo me imagino al niño (si son 2 ya ni me lo imagino) sentado frente al catalogo pegando pegatinas como un obseso en todo lo que le gusta… ¿cinco juguetes, cincuenta, cien??? uy melopido, melopido, melopido. Y luego unos padres con los pelos de punta mirando el catalogo con los ojos desorbitados intentando filtrar el total de los regalos mientras con la otra mano sacan cuentas de la posibilidad que hay para poder gastar. He leido que a veces la gente pide créditos para comprar los reyes, se me ponen los ojos en blanco y me dan vahidos…. ¿hemos perdido la razón? He visto padres en centros comerciales pegandose por una muñeca, llenando el carro hasta arriba, recorriendo la ciudad en busca de un jugete agotado porque la niña ha dicho «melopido»… No se muy bien que ha pasado en estos años, a veces creo que los padres intentan comprar la felicidad de sus hijos a base de juguetes para compensarles por la falta de atención, por la ausencia debida al trabajo, por el «no me molestes» cuando se llega cansado. O quizas porque los niños se han vuelto los tiranos del «lo que quiero lo quiero ya» y los padres se han acostumbrado a obedecer, no vaya a ser que el niño se deprima y haya que llevarle al psicologo!

Creo que el mundo se ha vuelto loco y cada vez vamos a peor. Estos niños del «melopido» mañana serán nuestros politicos y si ahora nos va como nos va…. No quiero pensar lo que nos espera…

diciembre 2011
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